Doña Estefanía
Julio, 1837 (Sigmaringen, Alemania) – Julio, 1859 (Lisboa, Portugal)
La habitación ofrece unas vistas privilegiadas de la ciudad de Lisboa y los jardines del palacio. Su decoración clásica y moderna está inspirada en la Reina Estefanía. La habitación cuenta con una cama de matrimonio.
La habitación Real con vistas – Doña Esefanía ofrece 28 m² de refinado confort para un máximo de dos huéspedes. Esta espaciosa y luminosa habitación cuenta con una cama queen size, un cómodo sillón y un balcón privado con cautivadoras vistas de la ciudad y la piscina del hotel. Decorada en tonos limpios y elegantes, crea un ambiente sereno y acogedor para la relajación.
El amplio cuarto de baño cuenta con una bañera situada junto a la ventana, lo que le permitirá disfrutar de las vistas de la ciudad mientras se relaja. Las comodidades incluyen una cafetera Delta, minibar, televisión, conexión Wi-Fi gratuita, aire acondicionado, secador de pelo y caja fuerte. Durante su estancia se le proporcionará café y agua de forma gratuita para que disfrute de una experiencia completa y agradable.
- Hasta 2 personas
- 28 m²
- Cama de matrimonio
- Balcón
- Vistas a la ciudad
- Cafetera
- Minibar
- Televisión
- WiFi gratuito
- Aire acondicionado
- Secador de pelo
- Caja fuerte
- Café Nespresso y agua de cortesía durante toda su estancia
En Honor a...
Doña Estefanía
Doña Estefanía fue reina consorte de Portugal y la amada esposa del rey Pedro V. Nacida como princesa alemana de la Casa de Hohenzollern-Sigmaringen, llegó a Portugal en 1858 para casarse con el joven rey en una unión celebrada tanto por la corte real como por el pueblo portugués.
Aunque su reinado fue breve, Estefanía se ganó rápidamente el corazón de la nación con su amabilidad, elegancia y sincera preocupación por los demás. Mostró un gran interés por las cuestiones sociales y la salud pública, apoyando a hospitales y causas benéficas, y aportando un sentido de compasión moderna a la monarquía portuguesa.
Trágicamente, solo un año después de su boda, murió de difteria a la edad de 22 años, dejando al rey Pedro V devastado. Su dolor fue tan profundo que nunca volvió a casarse.
En su memoria, se fundó en Lisboa el Hospital Infantil Doña Estefanía, un homenaje perdurable a su espíritu bondadoso y su legado humanitario. Aunque su vida fue breve, la reina Estefanía sigue siendo una de las figuras más queridas de la historia de la realeza portuguesa.
