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Dom Pedro IV
Octubre de 1798 (Lisboa, Portugal) – Septiembre de 1834 (Queluz, Portugal)
Decorada en tonos claros, esta habitación transmite serenidad y tranquilidad. Rodeado de ventanales, podrá disfrutar de fantásticas vistas de la ciudad desde diferentes perspectivas. Con un agradable balcón, se convierte en un lugar encantador para relajarse.
Con una superficie de 30 m², la Premier Con Vistas – D. Pedro I combina espacio, luz y confort para hasta dos huéspedes. La decoración combina tonos blancos puros con toques de rojo, creando una atmósfera fresca y a la vez acogedora. Dos camas individuales se complementan con un sofá a los pies de la cama, mientras que el balcón privado ofrece encantadoras vistas de la ciudad.
El luminoso cuarto de baño continúa la estética depurada, equipado con una amplia ducha, elegantes acabados y una estilosa alfombra. Entre sus completas comodidades se incluyen una cafetera Delta, minibar, televisión, Wi-Fi gratuito, aire acondicionado, secador de pelo y caja fuerte. Durante toda su estancia, el café y el agua a su disposición garantizan una experiencia relajada y placentera.
- Hasta 2 personas
- 30 m²
- 2 camas individuales
- Balcón
- Vistas a la ciudad
- Cafetera
- Minibar
- Televisión
- WiFi gratuito
- Aire acondicionado
- Secador de pelo
- Caja fuerte
- Café Nespresso y agua de cortesía durante toda su estancia




En honor a...
Dom Pedro IV
Dom Pedro IV, también conocido como el Libertador en Brasil y el Rey Soldado en Portugal, desempeñó un papel único en la historia de dos naciones. Hijo del rey Juan VI y la reina Carlota Joaquina, nació en Lisboa, pero alcanzó la mayoría de edad en Brasil, donde la familia real portuguesa se había refugiado durante las invasiones napoleónicas.
En 1822, Pedro declaró la independencia de Brasil de Portugal y se convirtió en su primer emperador como Dom Pedro I de Brasil, instaurando una monarquía constitucional. Solo unos años más tarde, tras la muerte de su padre, heredó la corona portuguesa como Dom Pedro IV, pero abdicó en favor de su hija, Dona María II, para evitar unir ambas coronas.
Su legado en Portugal se define por su lucha contra el absolutismo. Regresó a Europa para liderar la causa liberal en la Guerra Civil Portuguesa (Guerras Liberales), derrotando a su hermano absolutista, Dom Miguel, y restaurando la monarquía constitucional.
Dom Pedro IV falleció en 1834, poco después del final de la guerra. Cumpliendo su último deseo, su corazón se conserva en Oporto, la ciudad que le apoyó, mientras que el resto de su cuerpo descansa en Lisboa. Su vida fue una de valor, ideales e inquebrantable compromiso con la libertad.