D. Maria Ana de Braganza
Febrero de 1845 (Lisboa, Portugal) – Diciembre de 1913 (Sigmaringen, Alemania)
La Suite Real D. Maria Ana de Braganza, de 53 m², tiene capacidad para un máximo de dos personas y ofrece una vista privilegiada de la ciudad. Este espacio combina confort y elegancia, y cuenta con una espaciosa cama doble, una sala de estar con sofá y una práctica cocina.
El cuarto de baño es amplio y funcional, complementando el ambiente cuidadosamente decorado. La suite está equipada con una máquina de café Delta, minibar, televisor, Wi-Fi gratuito, aire acondicionado, secador de pelo y caja fuerte. Se ofrece café y agua durante toda su estancia, asegurando una experiencia cómoda y completa.
Consulte nuestras otras Suites en la categoría Suite Real con Vistas.
- Hasta 2 personas
- 53 m2
- Cama doble
- Vistas a la ciudad
- Cafetera
- Minibar
- Televisión
- WiFi gratuito
- Aire acondicionado
- Secador de pelo
- Caja fuerte
- Café Nespresso y agua de cortesía durante toda su estancia
En Honor a...
Infanta D. Maria Ana de Braganza
Maria Ana de Braganza fue la Infanta de Portugal, hija de la Reina María II de Portugal y del Rey Fernando II y hermana del Rey Pedro V. Se casó a la edad de 15 años en 1859 con el entonces Príncipe y futuro Rey Jorge de Sajonia, ganándose el título de Princesa Hereditaria de Sajonia.
Tras su matrimonio con el Príncipe Jorge de Sajonia, él no causó una buena impresión en la familia de ella, ya que apenas se dirigió a su prometida y estuvo ausente de una aparición en el teatro a la que había sido invitado. En esa misma aparición, la princesa fue vista llorando. Tuvieron ocho hijos, pero Maria Ana vivió un matrimonio infeliz, ya que su marido no estuvo a la altura de las expectativas y cualidades de la infanta portuguesa y su familia.
Alrededor de 1883, su hijo menor, el Príncipe Alberto de Sajonia, cayó gravemente enfermo, lo que llevó a Maria Ana a cuidarlo durante varios meses hasta que se recuperó. Ella falleció de agotamiento antes de que su marido ascendiera al trono de Sajonia. Fue enterrada en la Catedral de la Santísima Trinidad en Dresde, Alemania.
La Reina D. Estefanía, esposa del hermano de D. Maria, la describió como: “una persona encantadora, buena, generosa, notablemente sensata para su edad, sin el menor egoísmo, respetada y amada por todos nosotros (…); Jorge de Sajonia encontró un verdadero tesoro”.
